The Beach Boys - Pet Sounds (1966)
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"Per primera vegada un disc de rock és ornat de luxe i barroquisme, de setí i exquisitesa" (Pere Ferrando)
Cuando, en abril de 1966, los Beach Boys finalizaron la grabación del álbum, eran ya unos veteranos en el negocio de la música. Tenían a sus espaldas más de diez álbumes e infinidad de sencillos que, con su estilo pop-surf y sus increíbles armonías, les habían llevado a la fama. Sin embargo, Pet Sounds es un paso gigantesco en su carrera. Brian Wilson, con apenas 25 años, asumió el riesgo de dejar atrás del pop de playa para sustituirlo por el pop de cámara: Una cuidadosa elaboración de la música en composición, producción y arreglos. Tiempo interminable dentro del estudio grabando y regrabando, mezclando y remezclando... Y no precisamente para tapar ninguna carencia (como tanta gente ha hecho después) o para aparentar; sino para ofrecer un producto perfecto de principio a fin, y es que Wilson fue claramente influenciado por el álbum beatle Rubber Soul, que le sirvió de inspiración.
Aparte de las voces de los Beach Boys, ofreciendo todo tipo de armonías vocales insuperables, de toda tesitura posible; la canción tiene una variedad instrumental inédita para aquella época: violines y similares, órgano, harpsichord, ukelele, oboe, flautas... Después de este disco, el pop ya no sería igual. A finales de los 60, multitud de grupos se sumarían al pop con instrumentación clásica. Algunos de ellos aparecerán por esta web. Pero, de momento, hay que hablar de Pet Sounds.
Wouldn't It Be Nice tiene una melodía genial; los coros de los Beach Boys, en su máximo apogeo (ba ba-ba ba-ba-ba's, round-round-ii's, uhh's...). You Still Believe In Me es música coral, casi un himno religioso. God Only Knows inspiró al mismo Paul McCartney, que compuso Here, There and Everywhere. Sloop John B. es una canción tradicional que Wilson adaptó y que los Beach Boys hicieron propia, con sus voces auténticamente memorables. Hay más joyas: Caroline No, canción delicada con quizá la mejor melodía del álbum... que ya es decir, teniendo cosas como I'm Waiting for the Day o Don't Talk (Put Your Head On My Shoulder).
La discográfica no estaba segura del sonido del álbum, rompía demasiado con lo anterior y no sabían si vendería igual. Pero Brian Wilson se salió con la suya; y el álbum, que se publicó tal y como estaba planeado, abrió las puertas del éxito de los Beach Boys en Europa, tuvo un éxito total de crítica y se sigue vendiendo hoy en día... Sin ir más lejos, yo me lo compré hace 3 ó 4 años.
Después de este álbum, Brian Wilson pretendía seguir con una obra aún más ambiciosa que se iba a titular Smile. El single que iba a servir para presentarlo fue Good Vibrations, cuya grabación costó más de 50.000 $ y duró casi medio año, triunfó; pero los problemas personales de Brian Wilson le impidieron finalizar el álbum. Al final, tras casi 40 años, lo hizo en 2004.